No he contado como me ha ido por Costa Rica, pues: ¡Pura Vida!
Las reflexiones que me hago tras el viaje están muy asociadas a una forma diferente de ver el mundo. Y no es precisamente lo que esperaba, no me he encontrado el pobre país del tercer mundo que quizá hubiera esperado si no hubiera estado medio informado, no, me he encontrado un país que está en un montón de cosas por delante a años luz del nuestro.
Aparte de la naturaleza que se cuela por los poros, y que no me ha sorprendido, aunque me haya fascinado, lo que de verdad me ha sorprendido (y a la vez fascinado) es el inmenso conocimiento que de la misma tienen los Ticos, el respeto que le profesan, la cultura biológica y medioambiental, la educación que dan a sus niños, la concienciación a todos los niveles. Se saben a la vanguardia de la preservación del medio ambiente en el mundo y están por ellos orgullosos a la vez que preocupados por lo que estamos haciendo entre todos.
En cada hotel, en cada restaurante, había diversos contenedores para reciclar; cada guia, cuidaba el entorno como si fuera su propia casa; a un conocimiento enciclopédico, en muchos casos, de la naturaleza (geológico y biológico) se acompañaba un respeto casi jainita hacia los seres vivos que al mi al menos me asombró e impactó muy positivamente.
Como colofón, creo que nos queda mucho por avanzar hasta llegar a su nivel de compromiso con el planeta. Espero que lleguemos a tiempo.
Las reflexiones que me hago tras el viaje están muy asociadas a una forma diferente de ver el mundo. Y no es precisamente lo que esperaba, no me he encontrado el pobre país del tercer mundo que quizá hubiera esperado si no hubiera estado medio informado, no, me he encontrado un país que está en un montón de cosas por delante a años luz del nuestro.
Aparte de la naturaleza que se cuela por los poros, y que no me ha sorprendido, aunque me haya fascinado, lo que de verdad me ha sorprendido (y a la vez fascinado) es el inmenso conocimiento que de la misma tienen los Ticos, el respeto que le profesan, la cultura biológica y medioambiental, la educación que dan a sus niños, la concienciación a todos los niveles. Se saben a la vanguardia de la preservación del medio ambiente en el mundo y están por ellos orgullosos a la vez que preocupados por lo que estamos haciendo entre todos.
En cada hotel, en cada restaurante, había diversos contenedores para reciclar; cada guia, cuidaba el entorno como si fuera su propia casa; a un conocimiento enciclopédico, en muchos casos, de la naturaleza (geológico y biológico) se acompañaba un respeto casi jainita hacia los seres vivos que al mi al menos me asombró e impactó muy positivamente.
Como colofón, creo que nos queda mucho por avanzar hasta llegar a su nivel de compromiso con el planeta. Espero que lleguemos a tiempo.
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