24 septiembre 2008

Arrebatos de sinceridad

Hoy me han pedido sinceridad, y vaya, he tenido uno de esos arranques de espontaneidad que te hace arrancan de cuajo un trozo del alma y arrojarlo a los pies del que te pide la verdad.
Ahora me encuentro con una sensación extraña, por un lado la satisfacción del que se queda a gusto, por que ha dicho de una vez lo que piensa y ha soltado el lastre emocional asociado a esos sentimientos ocultos que bregan por saltar al ruedo de la vida y la inquietud del que ha desnudado sus sentimientos para que sean escrutados, quien sabe si publicados, y en cualquier caso aireados a los cuatro vientos de la vorágine turbulenta de mis relaciones.
Hace tiempo que me planteo ser más transparente con mis emociones, pero me cuesta tanto acostumbrado a vivir en el castillo ¡Eh! y por otro lado no soy dado a excesos de sinceridad, prefiero por lo general vivir en el tranquilo mundo de la moderación. Sufro continuamente esta dualidad, generando un duro conflicto que este vez ganó la más atrevida de las opciones.
Dada la confianza del receptor contra el que he lanzado mis despojos de sinceridad, espero que no se agravie ni disminuya nuestra amistad, no obstante, por supuesto hay riesgo a correr. Al final me temo que todo seguirá igual, y digo me temo, porque en muchas ocasiones avanzas en grados de confianza esperando que tu gesto se aprecie como lo realmente importante que tú lo consideras debido a la dificultad del mismo y luego resulta que se olvida o se esconde bajo el manto del día a dia que vuelve a ser rutinario y aburrido, siempre con miedo de volver a mostrarla.
Pero es que, incluso para desnudar el alma hay que llevarla bien duchadita y perfumadita.
La alternativa al aburrimiento, es aterradora, y es que una vez desprotegido, quedas como un niño desnudo a espensas de las bestias del bosque que no dudarán en devorarte, no por maldad, sino por que su instinto les obliga. Pero en este caso seguro que en su reencarnación será más fuerte, vigorosa y libre por lo que en definitiva daré por bien empleado mi arrebato dialéctico.

22 septiembre 2008

Atasco de papel

No es demasiado grave, pero el atasco de papel sigue en la impresora. El caso es que no es algo que me coja de sorpresa, ya sé que se atasca regularmente, lo que me sorprende no es que lo haga, es que todavía envíe trabajos a la cola de impresión sabiendo que está atascada.
Y podría desatascarla, pero acabará por volver a quedarse algún folio dentro, siempre vuelve a ocurrir. No sé, quizá debería volver a revisarla a fondo, a ver si esta vez encuentro donde está el problema, me remango, desmonto, busco, hago algunas pruebas y sigo con ella unos cuantos años más.
Y el caso es que la última vez que hice una revisión a fondo, se quedó como nueva, empezó a tirar papel a una velocidad asombrosa, la impresión era nítida y limpia, si hasta lo impreso parecía que era más importante que otras veces.
También podría llamar a un técnico, pero entonces para que hice el cursillo, no, mejor me pongo yo y me ahorro unas pelillas que está la cosa jodida, además con mis nuevos planes debo de ahorrar si quiero cambiar mi conexión por una con un caudal de entrada importante.
¡Si es que esto de la tecnología es tan complicado!

04 septiembre 2008

De margaritas y cerdos

Me han hecho una petición, y como soy muy cumplidor pues voy a satisfacerla. El peticionario ya lo sabía (que soy muy cumplidor) y por eso me la hizo.
Total que como dice que hace días que no escribo, cosa que es cierta, bueno, es cierto que no publico, pero quizá no que no escribo. En fin da igual. Me ha pedido que escriba sobre margaritas y sobre cerdos.
¡Ya ves tú que sabré yo sobre margaritas y sobre cerdos! Pero en fin, si me lo pide.
Ahora que lo pienso, de cerdos si que sé algo, bueno, todos sabemos algo, claro. Pero yo sé algo que no todo el mundo sabe. ¿Que? Púes es una chorrada, pero cada vez que oigo la expresión "Sudar como un cerdo" corrijo al que la pronuncia indicándole que los cerdos no sudan, por esa razón están continuamente revolcándose en sus propias heces y orinas si no tienen agua o lodo, porque es la única forma que tienen de regular su temperatura corporal. Esta condición es la que hace al cerdo un animal muy poco indicado para condiciones climatológicas secas como el norte de África y el Cercano Oriente, de hecho esta puede ser la razón por la cual el cerdo esta prohibido en las religiones de esas zonas, el islamismo y el judaísmo, para evitar la producción antieconómica de un recurso inadecuado, tal como demuestra mi admirado
Marvin Harris con su teoría del Materialismo Cultural en su gran obra "Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas. Los enigmas de la cultura"
Se me nota un pelín mi querencia por este autor ¿no?, Por cierto siempre hay alguien que lo explica mejor que yo...
Francisco Lázaro en este caso.
Y respecto a las margaritas, pues me vienen únicamente referencias cinematográficas, la primera española: "Margarita se llama mi amor", un clásico del cine español de los años 60.

Y el resto, cosas como "El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas", dirigida por Paul Newman y que siempre me llamó la atención por su título, porque de la película ni me acuerdo y "No os comáis las margaritas" comedia americana con Doris Day y David Niven que de esta ya que si solo me acuerdo del título.
Todo esto viene porque mi peticionario se empeña en dar de comer margaritas a los cerdos, cuando probablemente los cerdos se conformen con unas cuantas mondas de patata. Pero en fin, mientras haya margaritas, a mi personalmente me da igual que es lo que coman los cerdos, total ya se sabe: "Podrán arrancar todas las flores, pero no detendrán la primavera."