29 octubre 2007

Gratitud

Esta semana mis dos piernas me han llevado muy lejos. En concreto, el sábado fueron capaces de cargar conmigo durante 5 horas seguidas subiendo desde Santo Espíritu y de forma consecutiva, la Cruz, la Redona de Gilet, el Xocainet y la Mola de Segart.
No es un viaje baladí, ni mucho menos, tengo que estarles muy agradecido de que hicieran eso por mi. Ni siquiera ha sido el viaje más largo que han hecho por mí, ni la hazaña más sorprendente, pero me gusta mucho que estén ahí siempre que las necesito.
Mis piernas han sido maltratadas toda la vida: de crío siempre llevaba las rodillas raspadas, e incluso una vez me hice un rasgón importante, luego más tarde anduve con bastantes esguinces por torpe, para castigarlas más me cargué de un montón de kilos que han tenido y tienen que soportar como penitencia permanente, hace unos años no se me ocurrió otra cosa que saltar del escenario de la falla y hacerme un esguince crónico en mi tobillo izquierdo que aún hoy me duele cuando se sobrecarga y además me rompí el año pasado el menisco de la rodilla derecha en un ejercicio de malabarismo teatral.
Resultado unas piernas olvidadas y aún castigadas continuamente que sin embargo nunca me abandonaron y siempre hicieron por mí todo lo que les pedí.
Así que aprovecho este rinconcillo para mostrarles mis mayor gratitud, además de comprometerme a cuidarlas mucho más. Ambas, mis dos señoras piernas, deben de ser tratadas con mucho más cariño, así como ellas me sirven a mí, yo voy a servirlas a ellas de ahora en adelante.
Por tanto declaro mi compromiso público con mis señoras piernas: podéis estar seguras que os voy a cuidar y mimar de ahora en adelante dándoos la importancia que tenéis en mi vida, que es mucha. Os quiero hacer un regalo en prueba de mi compromiso. Pronto lo recibiréis.
Gracias, gracias y gracias mientras tanto.

28 octubre 2007

Fantasmas

Como me joden esos fantasmas del pasado que vuelven a recordarme regularmente lo vulnerable que soy.
Que fácil es pasar del todo a la nada en un instante, solo con activar una de esas anclas emocionales que son tan difíciles de hacer desaparecer.
De repente, sin comerlo ni beberlo, y cuando todo es de color de rosas, se aparece el fantasma y ¡Uh! se te viene el mundo encima, se te cae el alma a los pies y todo ha cambiado como por arte de magia.
Menos mal que sé que los fantasmas no existen, que son cosa de mi imaginación y que hacerlos desaparecer es una cuestión de valor. ¡Venga! ¡Fuera! ¡Volver a las tinieblas de donde habéis salido y dejadme dormir en paz!
Mañana, o pasado, o al otro, ¡Ya no estarán!

26 octubre 2007

Estados emocionales

Me viene al pelo el comentario del Benito a mi anterior entrada para intentar dar mi visión a mis propias emociones. No es fácil desentrañar este misterio, pero al menos voy a intentar dar un poco de luz, desde mi modesto entendimiento, que es la de un experto en emociones, jajaja, como todos nosotros.

He intentado "dibujar" lo que creo que pasa cuando se producen las emociones, esto por supuesto es una opinión mía, que he ido formando a partir de lecturas y vivencias.


¿Y la explicación de la falla? Voy a intentarlo. Sin mover las manos es más difícil ;-)
Nuestro entorno nos proporciona una serie de estímulos, unos externos que nos llegan por nuestros sentidos (vista, oído, gusto, olfato y tacto), y otros internos en forma de hormonas y encimas.
Todos estos estímulos no son percibidos tal cual, sino que se filtran, por un lado por nuestras emociones y por otro lado por nuestras sensaciones. Es incuestionables que recibimos tremendas cantidades de estímulos continuamente y que no todos son percibidos con la misma intensidad, en función de nuestros intereses, estado de animo, foco de atención, etc. sesgamos de una manera u otra.
En cualquier caso esto nos da nuestro momento actual, si a ese momento le sumamos nuestra memoria, donde se recogen todas las experiencias pasadas y donde asociamos percepciones similares a estados concretos, tenemos nuestro estado presente.
Este estado presente es nuestra realidad objetiva, es el significado que le damos al momento actual (conjunto de percepciones).
Por otro lado tenemos el estado deseado, basado en, que es importante para nosotros (nuestras creencias), por que es importante (nuestros valores) y como conseguiré eso que es importante (nuestras espectativas).
La comparación entre nuestro estado presente y nuestro estado deseado configuran nuestras emociones, y en función de si se acercan o se alejan nos encontraremos mejor o peor.
Todo este conjunto (Estado presente, estado deseado, emociones) configuran nuestra realidad subjetiva, a partir de la cual actuamos y aparecen nuestras conductas, que por supuestos llevan a la acción y a la modificación del entorno y vuelta a empezar.
Para mi esta explicación es muy valiosa porque me permite modificar mi conducta y mis emociones a partir de "tocar" en algunas de las partes del dibujo. Hay varios sitios donde tenemos capacidad de incidir y con ello modificar nuestro estado de ánimo y las acciones que emprendemos:
- Creencias, Valores y Espectativas. Mucha gente cree que no se pueden modificar (sobre todo las dos primeras), pero esta es una creencia errónea que limita que puedas mejorar. Si cambias el estado deseado, obviamente cambias tus emociones.
- La memoria también es posible cambiarla, al menos el significado que le damos a las cosas que nos han pasado, por lo que con ello influimos en nuestro estado presente.
- El momento actual es uno de los sitios donde más fácil acudir, ya que se construye a partir de las percepciones y estas pueden modificarse de manera sencilla. Cosas como enfocar la atención hacia las cosas que nos convienen, utilizar un lenguaje positivo, mantener una fisiologia (postura, gesto, mirada) adecuada, o revivir situaciones que nos hagan percibir los estímulos que más nos convienen, son armas poderosas para moldear nuestras emociones.
Pero esto es otro cuento, ya lo contaremos en otra ocasión

22 octubre 2007

Acción masiva

"Acción masiva", suena a título de película de serie B, de esas de zombeis o extraterrestres. Nada más lejos de la realidad.
La acción masiva es mi mayor reto dentro de mi propio proceso de mejora. Creo que es mayor reto de casi todo el mundo, pero esto quizá solo lo piense por que lo creo para mi, no sé. En cualquier caso si cojo las pautas de lo que Anthony Robbins llamaría la "Formula definitiva para el éxito" y los reviso:
a) Saber realmente lo que quiero hacer. ¡Claridad es poder!
b) Descubrir las razones por lo que debo hacerlo.
c) Realizar una acción masiva para conseguirlo.
d) Analizar lo que se esta consiguiendo y como
e) Cambiar el enfoque si no se va por el buen camino.
Me encuentro en cada uno de mis objetivos vitales con el mismo problema: tomo medidas tibias o no continuadas en el tiempo, por lo que en muchas ocasiones no consigo los resultados deseados.
Es impresionante los resultados que la acción masiva pueden conseguir, cualquier cosa que uno se proponga si aplica toda su energía (o la cantidad necesaria) a conseguirlo, es muy factible que se consiga.
Pues sabiendo esto, no hay nada fuera de nuestro alcance. Solo es cuestión de acción masiva. Sin olvidar el resto de los puntos, aunque estos a mi entender son menos importantes, al menos para mi son menos difíciles.
Entonces, ¿porque no consigo llevar la acción masiva hasta el final?, en mi caso creo que es una cuestión de estado emocional: me encuentro en demasiadas ocasiones en estados emocionales no apropiados y estas circunstancias es difícil hacer frente a la necesidad de dedicar gran energía a un objetivo, sea este el que sea.
El análisis es sencillo, y la solución también, por tanto solo hay que estar en el estado adecuado y perseverar en la acción masiva. El resto llega solo.
Por cierto, las reflexiones no llevan a resultados si no van acompañadas de las acciones. Todo esto es que estoy en fase de despegue y estoy en plena efervescencia. O sea que basta de preocuparnos y vamos a ocuparnos.

17 octubre 2007

La tapa del water

Lo más importante en mi vida es bajar la tapa del water cada vez que lo uso.
Si ya sé que parece ridículo, pues si fuera capaz de hacerlo habría conseguido triunfar en mi vida. ¿Que es fácil? ¿Y por que no lo consigo?
Si ya sé que es fácil, esto es lo peor de todo, sé que es muy, muy fácil. No requiere ningún esfuerzo, solo es necesario alargar la mano y bajar sobre la taza del inodoro la tapa después de cada uso. Tiempo dedicado: un instante, fuerza necesaria: mínima. ¿Entonces?
Por eso es tan, tan, doloroso, porque solo hay que conseguir algo muy fácil de forma continua durante el resto de mi vida para conseguir hacer algo fantástico. Y es que escalar el camino de la excelencia personal, ser sobresaliente, solo requiere eso: bajar la tapa de water.
Claro bajar la tapa del water, y luego hacer la cama cada mañana, y luego levantarte a la primera cuando suena el despertador, y luego dejar ordenada la mesa del despacho cuando te vas, y luego sonreír cada vez que saludas a alguien, y luego subir las escaleras y no usar el ascensor, y luego llamar a un amigo que hace mucho que no ves cada semana y luego... luego no hay limite.
Que inmensamente poderosos son los hábitos, cuan fácil es adquirir malos hábitos y que difícil es deshacerse de ellos. Pero el adquirir continuamente hábitos adecuados nos puede hacer personas poderosisimas.
Secretos no hay, todos podemos, ¿y yo? Seguro. Pues ¡hala! a dejar de contemporizar.

15 octubre 2007

Todos menos tú

Teléfonos sin cobertura, Vinkingos sin cuernos
Presidiarios casuales, muñecas de trapo
EscarlatasHara, Niños de pecho con biberón
La abeja Maya, Pippi Lastrum travestida
Cleopatra y Marco Antonio, Marco Antonio y Cleopatra
Piratas a punta pala, sin parche en ningún ojo
Hippys años sesenta, Charletónes años veinte
Vaqueros y Vaqueras, sin vacas pero con indios
Estrellas de Holywood, Elfos sin anillos
Faraones sin pirámides, Cortesanas de la corte
Payasos sin pintura, Groucho Marx con su puro
Un futbolista del Valencia, Mujeres corrientes
Moros mareados, lisiados de verdad
Rockeros incansables, Damas medievales
Magos sin sombrero, Curas sin vocación
Reporteros acreditados, Zingaras con pañuelos
Cañizares sin cafelito, una mascara de Venecia
La danza del vientre, Tony Manero meneando el culo
Marge Simpsom también vino con un inglés muy fino
Hawaianos sorprendentes y algún bufón de la corte
Batwoman que casi vuela, y muchos que no se enteran

Estaban todos menos tú, que no quisiste regalarme tu presencia, que sabes que fue la que más eche de menos, al menos me queda el consuelo de que fue culpa mía, así que no te puedo reprochar nada.
Es habitual hacer daño a las personas que más nos importan, por egoísmo, por despecho, por arrogancia o simplemente por estupidez. No es fácil transitar por la vida sin dar algún codazo o pegar algún pisotón, y eso pese a que intento no hacer daño a nadie porque creo que nadie merece ser lastimado.
No obstante, en algunos casos, me descubro haciendo, diciendo, dejando de hacer o dejando de decir cosas que sé que pueden doler. Lo lamento pero no siempre es posible evitar el dolor ajeno. El único alivio que me queda es que hice lo que debía de hacer. No pido perdón por ello, lo volvería a hacer.
Espero contar contigo la próxima vez, como he contado siempre, y parafraseando a alguien que me quiso mucho..."Gracias por estos maravillosos años juntos. Espero que nos queden muchos más" ;-)

10 octubre 2007

El Miedo

Llevo al miedo a mis espaldas, lo noto, lo siento respirar tras de mi, no me deja ni a sol ni a sombra, siempre presente en cada paso que doy.
Sé que el miedo se alimenta de mis migajas, yo soy el que lo ceba día tras día y de mi depende que no crezca y se haga más poderoso.
No es que mi miedo sea peor que el de los demás, pero es el mio y me afecta más. Algunos dicen no tener miedo, no les creo, van de valientes, pero no les creo.
Mi miedo es un compañero fiel, jamás me engaña para irse con otro, siempre ahí, a mi espalda, oscuro y amenazante.
Si, ya sé que casi nunca pasa nada de lo que temo, pero mi miedo es muy bueno, nunca falla, siempre me recuerda que algo puede no ir bien, que algo puedo perder, que algo puedo no lograr.
Mi miedo es traicionero, me empuja cuando me tambaleo, me acosa cuando estoy caído, me pisa el cuello cuando estoy sin resuello.
Pero mi miedo también sabe que a mi me gusta bailar con él, sé que siempre estará ahí, recordándome que no soy lo suficientemente bueno o que puedo no ser aceptado o yo que sé que mil maldades y castigos del infierno.
Pero a mi me gusta bailar con él, lo cojo del brazo, le agarro la cintura y me pongo a dar vueltas como un loco, hasta que exhausto y mareado deja de importunarme.
Y como sabe que me gusta, procura no dejarse enganchar, pero yo lo conozco, sé que se acercará demasiado, porque es un sádico que disfruta con mis angustias.
Y es entonces, cuando le cojo bien fuerte, acompaño sus pasos, me acerco a él y mirándole a los ojos le doy un beso de tornillo que me hace por un rato disfrutar de su inevitable compañía.
Y luego me rio, me descojono en su cara, él se enfada, se oculta humillado. Aunque sé que volverá, pero para entonces tendré preparado algún otro paso de baile con el que sorprenderle e incluso esperar su cortejo.

08 octubre 2007

Mi ventana de Johari

Curiosamente parece que soy yo el único que oculta detrás del famoso muro de indiferencia y frialdad sus sentimientos más profundos. Curiosamente yo, que me esfuerzo por dejar al menos un retazo de mis emociones colgadas por las paredes de la web para que cualquiera que le apetezca ojearlas lo haga sin prejuicio de si es conocido o desconocido, amigo o enemigo.
Entiendo la curiosidad por uno, igual que uno tiene curiosidad por los demás, pero no sé si hasta el punto de no quedar satisfecho con la raciones ofrecidas. Me imagino que es como todo, si no existe nadie se ocupa y cuando existe empieza a interesar.
Invito a los demandantes de emociones ajenas a profundizar las relaciones de modo que sean merecedores de más y mejores confianzas.
No soy amigo de ir contando mis cuitas a todo el mundo, y pese a que trabajo en el sentido de ser más transparente, por mi, no por los demás, bien es cierto que no me apetece de improviso soltar mi rollo para que nadie lo aguante. Me considero buen conversador, porque soy buen escuchador, no por que sea buen hablador.
Esto es diferente, esto no lo escribo para que nadie lo lea, si lo lees por que te apetece, fantástico, pero escribo para mi. Para sentirme mejor, para poner orden, para desahogarme, para disfrutar, para acordarme de que estoy vivo, para conocer el pasado, para comprender el presente, para encaminar al futuro.
Si, ya sé que lo estás leyendo, no me importa, y si, claro que en mi ventana de Johari hay partes ocultas, muchas, muchas, muchas. ¿Y los demás? ¡Ah! Pensaba que era yo el único que tenía un mundo privado y desconocido para los demás.
En definitiva que no veo nada de malo en no correr la linea de lo desconocido por los demás hacia lo conocido, así como no lo veo tampoco en lo contrario. Y en cualquier caso si no he sabido trasmitir adecuadamente mis sentimientos hacia determinadas personas, es de analizar en que medida esas personas han sido buenos receptores (o incluso emisores) y por tanto han ganado la confianza y el nivel adecuado de intimidad para alcanzar ese conocimiento.
Todo ello sin prejuicio de que sigan siendo buenas personas, amigos leales y dignos de confianza, excelentes compañeros y otras mil cosas, pero, no siempre es posible encontrar los máximos niveles de confianza en todos y cada uno de los aspectos de la vida, y reconozco que en mi caso no es fácil.

04 octubre 2007

¡Pura vida!

No he contado como me ha ido por Costa Rica, pues: ¡Pura Vida!
Las reflexiones que me hago tras el viaje están muy asociadas a una forma diferente de ver el mundo. Y no es precisamente lo que esperaba, no me he encontrado el pobre país del tercer mundo que quizá hubiera esperado si no hubiera estado medio informado, no, me he encontrado un país que está en un montón de cosas por delante a años luz del nuestro.
Aparte de la naturaleza que se cuela por los poros, y que no me ha sorprendido, aunque me haya fascinado, lo que de verdad me ha sorprendido (y a la vez fascinado) es el inmenso conocimiento que de la misma tienen los Ticos, el respeto que le profesan, la cultura biológica y medioambiental, la educación que dan a sus niños, la concienciación a todos los niveles. Se saben a la vanguardia de la preservación del medio ambiente en el mundo y están por ellos orgullosos a la vez que preocupados por lo que estamos haciendo entre todos.
En cada hotel, en cada restaurante, había diversos contenedores para reciclar; cada guia, cuidaba el entorno como si fuera su propia casa; a un conocimiento enciclopédico, en muchos casos, de la naturaleza (geológico y biológico) se acompañaba un respeto casi jainita hacia los seres vivos que al mi al menos me asombró e impactó muy positivamente.
Como colofón, creo que nos queda mucho por avanzar hasta llegar a su nivel de compromiso con el planeta. Espero que lleguemos a tiempo.

03 octubre 2007

Juicios

Anda la curiosidad dolida por mis juicios. Intento no juzgar a nadie pero quizá tenga razón y es inevitable hacerlo. En mi descargo diré que ni culpable ni inocente la he juzgado, en ningún caso a ese extremo he de llegar.
Mis dolores y picores son mios y de nadie más, no culpo a nadie por lo que pueda haber sentido. ¡Faltaría más!
Necesito buscar explicaciones a algunas cosas que creo haber visto, y que seguro que solo son que espejismos, pero, que le voy a hacer, para mi son reales y por reales las he de explicar.
¡Eh! pero no pretendo explicar el mundo, no quisiera llegar a ese extremo, me basta con sobrevivir en él y si acaso hacerlo un poquito mejor. Y eso sí, intentar entender algunas, solo algunas, de las cosas que pasan dentro de mí. ¡Ya sé! Esto es tan difícil como explicar el mundo, pero mi nivel de comprensión del mundo es suficiente y me satisface, en cambio, a mi no me entiendo ni a la de tres. Por eso insisto.
Volviendo, que me voy... La curiosidad no debe sentirse ofendida si he mal interpretado sus razones, igual que pienso que no fue maldad por su parte el embozo en esperanza, y puede que quizá ni supiera que iba disfrazada, aunque lo dudo, también le aseguro que no fue ningún sentimiento negativo lo que me hizo fabularla, solo la necesidad de sacar de mi un poco de emoción y escupirla sobre el papel, y de paso buscar sentido al camino y los compañeros de viaje que a veces te sorprenden con su presencias o sus ausencias.
Por supuesto que me desagrada su ausencia, en la misma medida que me deleitó su compañia, como no podía ser de otra manera, pero no quisiera que además se sintiera afrentada, nada más lejos de mi intención. Si las razones son equivocas nada me agradaría más que conocer las verdaderas. Mientras tanto estas me sirven para este rato del camino.
Hablando del camino y aunque no venga a cuento un poquito del Thoreau que ella no conocía y que quizá sea uno de mis pocos regalos:

"Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente
enfrentar solo los hechos de la vida
y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar.

Quise vivir profundamente
y desechar todo aquello que no fuera vida...
para no darme cuenta,
en el momento de morir,
que no había vivido."

02 octubre 2007

Me fastidia

Me fastidia porque fuiste tú que la me puso entre la espada y la pared.
Me fastidia porque me obligaste a quererte cuando yo no te quería.
Me fastidia porque me obligaste a dejar de quererte cuando ya te quería.
Me fastidia porque fui loco padeciendo tus indecisiones.
Me fastidia porque ese "Pako, ahora confío en ti" lo tengo clavado.
Me fastidia porque despreciaste mis gestos y no tuviste tacto.
Me fastidia porque solo yo luche por algo.
Me fastidia porque te hiciste daño sin querer evitarlo.
Me fastidia porque te hice daño sin poder evitarlo.
Me fastidia porque me dejé arrastrar a la vorágine.
Me fastidia porque no me disté ninguna explicación convincente.
Me fastidia porque fui víctima de mi propia ilusión.
Me fastidia porque creí a pies juntillas todo lo que dijiste.
Me fastidia porque después de todo estés donde empezaste.
Me fastidia porque he cometido demasiados errores.
Me fastidia porque te he obligado a recordarme.
Me fastidia porque estoy siendo injusto contigo.
Me fastidia porque me fastidia.

Txalaparta

Más de una vez me he quedado ensimismado en alguna esquina del casco viejo de Pamplona viendo en corro como dos txalapartaris hacían una majestuosa exhibición de ese maravilloso instrumento musical que es la txalaparta.
La txalaparta es como una hoguera, tiene el poder de fascinarte, te puedes quedar horas escuchando y sintiendo el rítmico golpeo de los palos en los tablones.
Ayer recuperé durante un rato esas sensaciones para mí mágicas. Fui a ver una película que me sorprendió. Si tuviera que definirla diría que es un musical, porque es la música el centro y el argumento de la misma. No obstante es mucho más, es un recorrido por el mundo, es una muestra de formas de vidas tan diferentes a la nuestra que sorprenden por su sencillez. Nomadak tx es el recorrido de dos txalapartaris (Harkaitx Martínez de San Vicente e Igor Otxoa, que forman el grupo Oreka tx) , por diferentes partes del mundo (Laponia, India, Sahara, Mongolia) buscando sonidos con los que fusionar su música, construyendo txalapartas de hielo o de piedra y descubriéndonos que existen los músicos y la música más allá de los 40 principales, las últimas tendencias llegadas de Estados Unidos o Inglaterra o la industria (independiente o no).
Las sensaciones que me dejarón la pelicula son, como siempre que se ve algo diferente y único, por un lado el inmenso placer de descubrir que hay otros mundos y por otro la desazón de pensar en lo mucho que nos perdemos por ser tan estrechos de miras y transitar una y otra vez los caminos ya conocidos.
Me quedo con una frase de la película, cuando uno de los nomadas mongoles contesta a la pregunta de cuales son sus deseos con una frase maravillosa: "Yo solo quiero que a mi caballo no le falte comida", ¡Que sencillas pueden ser las cosas!