31 enero 2008

Cobarde

Cierras los ojos, sabiendo que es mejor no afrontar la situación, no sea que te obligue a tomar una decisión que no es la políticamente correcta. Juzgas con tu cabeza, pero no con tu corazón, piensas en los demás y en el que dirán, y sigues, claro, el camino ya trazado, el fácil, el que no ofrece ningún riesgo, aunque quizá tampoco ninguna ilusión.
Encuentras a faltar algo, pero no arriesgas nada para conseguirlo. Porque... ¿Que pasaría si lo consiguieras? quizá ahora no sabrías ya de que quejarte. Te dejas adular por que cuando sientes que te agasajan, el tiempo se para durante un instante de puro placer, pero cuando el reloj reemprende la marcha, tu sigue inmóvil sin responder a los estímulos, te aterrorizas, la inercia puede contigo. "No seré yo quien arriesgue un ápice" te dices, quizá con razón.
Y mientras tanto la vida sucede a tu alrededor, y tu crees estar viviéndola, pero no sabes que una mañana despertarás, mirarás alrededor y te preguntarás por que elegiste aquel camino suave y transitado que te ha llevado al aburrimiento, en vez de escoger el otro, el difícil, el diferente, el emocionante, el que te daba miedo, pero que ahora, ya tarde, sabes que te hubiera llevado a la vivencia de una aventura apasionante.
Y dentro de un tiempo, acabado el camino, renegarás de tu cobardía que te habrá llevado hasta este triste y previsible final en vez de llevarte a las estrellas.

29 enero 2008

Volar solo

La semana pasada despedí, es un decir, a mi Coach. Si, yo soy uno de esos tipos raros que hace coaching. Ciertamente ha sido un proceso muy enriquecedor, que durante tres años, un tiempo demasiado amplio para un proceso de coaching, me ha llevado desde la sima de la ignorancia y la desesperación a una pequeña cumbre de sabiduría y esperanza.
El proceso ha tenido diversas etapas, que pese a tratar todas y cada una de las áreas de mi vida ha llevado a particularizar cada una de estas etapas.
El primer año trabajamos sobre todo la parte emocional y de valores, lo más profundo y en él cambié o me cuestioné todos o casi todos mis paradigmas vitales. Fue una etapa de aprendizaje profundo, de descubrimientos, de autoconocimiento, de sorpresas y por supuesto de rápidos resultados. El más impresionante sin duda mi cambio en la gestión de los espacios y el orden. Pasé de ser un desastre, con montones de papeles y trastos por todas partes, a no poder convivir con el caos, y necesitar dejar todo continuamente ordenado para estar en paz conmigo mismo. Además por supuesto mi enfoque hacia la vida cambió radicalmente y puedo decir que desde entonces cada día es el mejor de mi vida.
El segundo año lo dedicamos a la salud y el deporte. Fue la época en que adelgacé sustancialmente, aprendí a nadar, salía al monte varias veces por semana y a correr casi todos los días e incluso corrí algunas carreras populares, tristemente esta progresión se paró con mi rotura de menisco, pero la he retomado para ponerme al día de nuevo.
El último año ha sido el de las relaciones, hemos trabajado en todos los ámbitos tanto sentimentales de pareja como con amigos, haciendo un trabajo consciente y concienzudo en este aspecto. Desde luego los resultados también han sido sensibles con mejoras sustanciales. Estoy más seguro, pese al descalabro de principios de año con el hada, ya casi olvidado y desde luego trabajo mi red de amigos de una forma asombrosa que ha permitido desde recuperar viejas amistades a incrementar la cantidad y la calidad de las nuevas. El punto cumbre ha sido sin lugar a dudas mi fiesta de 40 cumpleaños que reunión de una tacada a muchos de ellos.
Después de esta mirada retrospectiva creo que la decisión de contratar a José Pedro ha sido una de los mayores aciertos de mi vida. Después de acabar con él el proceso lo sigo solo.
¿Y ahora que? Pues ahora tengo toda la vida por delante, una vida esplendorosa, que voy a llenar de experiencias y felicidad. Para empezar, este año voy a dedicarlo especialmente al área económica que he tenido tradicionalmente olvidada, sin desentenderme de todo lo demás. El objetivo es que no sea el dinero, o la falta de él, lo que me prive de hacer lo que quiera con mi vida. En definitiva, es un recurso más que como el tiempo, o el espacio he de aprender a gestionar mejor.
Y luego más, con todo lo que sé y con lo que soy capaz de hacer, ahora mismo me siento imparable. ¡Rumbo al éxito!

19 enero 2008

Casi

Anda la esperanza curioseando por estos lares, ¡Pues esta vez yo no la he llamado!
Dice que casi me responde a alguna entrada, pero no lo ha hecho. Casi que me lo cuenta en vivo pero tampoco lo ha hecho.
Ando casi despistado con la curiosidad, (casi se me olvidó que anda disfrazada), por que esta vez no voy silbando y el camino casi nos ha cruzado dos veces el mismo día.
Casi no sé que pensar de ella. A ratos me inspira y a ratos me aburre. Casi me gustaría que me fuera más franca y no me inquietara con sus silencios.
"Casi te escribo, pero casi que no te voy decir lo que casi te iba a decir"

14 enero 2008

La voz de mi corazón

Me encanta esta canción de Luis Pastor dedicada a Violeta Parra y como no la vamos a oír ni en OT ni en los 40 principales, pues le doy un poquito de cancha aunque solo sea aquí. Como siempre con envidia por no ser capaz de escribir ni una sola estrofa como estas.


MARIPOSA DE NOVIEMBRE

La voz de mi corazón
es un pájaro que canta
gorrión del pueblo cantor
como fue Violeta Parra.
Su nombre color y flor
su apellido de uva y vino
del canto de su dulzor
al dolor de su destino.
Mariposa de noviembre
violeta de mi jardín
un racimo de canciones
de tu parra yo cogí.
Mariposa de noviembre
parra de muchas canciones
violeta voz y guitarra
de todos los corazones.
La voz de mi corazón
es un pájaro contento
jilguero de la emoción
que bebe del sentimiento.
La voz de mi corazón
es un pájaro que canta
alma que vuela en la voz
paloma de la palabra.
La voz de mi corazón
es un canto de cigarra
del coro de tantos pueblos
que viven sin esperanzas.

Luis Pastor.

13 enero 2008

El juego

Hace tiempo que no practico el juego, ayer me decidí de nuevo. La tensión previa es importante, pero intento tranquilizarme, sé que soy capaz, lo he practicado cientos de veces, y soy muy bueno, no debo de temer.
Ojeo a los posibles adversarios, no les tengo miedo, son ellos los que debe temerme, pero lo desconocido siempre causa desazón. Me deseo suerte y comienza el baile, me noto torpe, incomodo, hace tanto tiempo, que mis pasos son inseguros y patosos. No domino la pista, y desde el principio no llevo la iniciativa.
Tengo que salir de los pasos conocidos, que los dos estemos en igualdad de condiciones, pronto lo consigo, empiezo a vislumbrar su inseguridad. Se nota en su indecisión, sus pausas, sus dudas.
De pronto veo la ocasión, voy a asestar el golpe, el corazón se acelera, sé que si fallo el juego se volverá contra mi y me iré a casa con el rabo entre las piernas. Me he prometido ser cauto, no cometer errores, esperar a que tropiece y caiga. Aquí está la ocasión, pero para aprovecharla he de descubrir mis cartas, arriesgarlo todo. Vamos allá.
He subestimado a mi adversario, se ve arrinconado y se escabulle y retuerce como un león encerrado. Evito sus zarpazos, por un momento, pienso que se escapa, andamos por el filo de la navaja, un ligero error y adiós. El corazón a cien.
Paseo impaciente, está hecho, ya es solo cuestión de técnica, no tiene escapatoria, solo yo lo puedo echar a perder, pero sé que lo puedo echar a perder, no sería la primera vez.
Me limito a apretar y apretar, está contra las cuerdas, desvalido, hundido, solo se retuerce, no dejo que me alcancen sus dentelladas.
Claudica, respiro, ya solo queda disfrutar del triunfo, porque mañana el juego puede llevarme a la derrota.

12 enero 2008

Enredos

Anda de nuevo la curiosidad enredando entre mis pies, como si no supiera con certeza que su careta de esperanza la descubrí hace tiempo. No obstante parece que no le importe, sigue y sigue y quien sabe si no acabaré dándome de bruces por su enredos.
Alegará que soy yo quien la reclama, y quizá tenga razón, pero silbo por acompañar el camino, aunque claro que soy consciente de que oye mi reclamo, también es cierto que no la obligo a caminar conmigo.
Anda la esperanza bien acompañada, en otros lares acomodó su paso y a otros paseantes enreda con sus disfraces. Espero que su trasiego la lleve a buen destino.
Sigo mi sendero buscando el próximo puente, la encrucijada vital o el tronco caído. Y no descarto un trecho del mismo compartirlo con caminantes amigos o soñadores de caminos, pero si he de caminar solo, acaso me gustaría, silbar de vez en cuando para hacerme compañía.
Y si la esperanza torna me apartaré a un lado para que camine junto a mi, y si es la curiosidad la que vuelve, será bien recibida como siempre, aún sabiendo que su poca paciencia poco le hará aguantar mi transitar.

02 enero 2008

Estúpidos

Situación: una comentario estúpido proferido por un tipo aún más estúpido durante la comida me hace saltar y responder a su comentario en voz alta.
El comentario en cuestión es el pan nuestro de cada día, en este caso el estúpido estaba comentado la noticia que el telediario estaba dando en ese momento de los disturbios en Kenia.
Probablemente el estúpido no tiene ni idea de que en Kenia se acaban de celebrar elecciones, ni sabe quien es el presidente Mwai Kibaki, ni el opositor Raila Odinga, ni quienes son los kikuyo ni los lua, y probablemente no sepa situar Kenia en el mapa, pero, el estúpido se ha atrevido a proponer una solución: lanzar bombas hasta acabar con todos, que así no se mataran entre ellos.
No ha llegado a proponer quien debe pagar las bombas y los aviones y de donde han de ser los soldados que las lancen.
Ni por supuesto, en el caso de que nos toque lanzarlas a nosotros, aunque no sé muy bien quienes somos nosotros, si nos subirán los impuestos para pagar el gasto o renunciaremos a alguna carretera o a algún hospital, por lo que supongo que el estúpido solo proponía una solución teórica, no real.
La cuestión es que esta vez, al contrario que otras no me podido contener y le he reprendido, para inmediatamente darme cuenta de que también estaba siendo un estúpido. Porque es difícil hablar con un estúpido sin convertirte en uno de ellos.
Que a todo mundo nos gusta la gente como nosotros, es obvio.
Los que visten con la misma clase de ropa, trabajan en cosas parecidas a la nuestra, tiene aficiones similares, son de nuestro equipo de fútbol, pertenecen a nuestra clase social, son de nuestro pueblo, o practican nuestra religión, o son afines políticamente, hablan igual que nosotros o incluso los que son de nuestro país o nuestra raza, nos caen mejor, que le vamos a hacer.
Y por tanto, los que no son como nosotros, nos caen peor que los otros, lo que no quiere decir que a todos nos caigan mal, claro.
Pero de ahí a proponer que se bombardee y extermine a los que no comparten con nosotros raza, país, idioma, ideas políticas, religión, clase social, pueblo, equipo de fútbol, aficiones, trabajo o ropa hay un abismo que el estúpido en cuestión había traspasado sin ningún pudor, al menos dialécticamente.
¿La razones?, no importan, ha empezado justificando en que se estaban matando entre ellos, y al final ha reconocido que de nunca le han gustado los negros, con lo que supongo que el hecho de que se maten o no entre sí no cambia su propuesta de "Solución Final" claramente inspirada en la "Endlösung" nazi, aunque menos trabajada.
Si al menos la hubiera justificado con que entre ellos había unos cuantos estúpidos y a continuación hubiera propuesto nuestra autodestrucción por la misma razón, al menos me habría inspirado un segundo de complicidad.
Lo que me hace sentir mal no es que el estúpido diga eso, ni que haya muchos estúpidos que lo hagan, sino mis contradicciones.
Por un lado el estúpido dice estupideces, y por eso se convirtió en un estúpido, porque antes oyó esas mismas estupideces de boca de otros estúpidos, y aquí es donde me enfrento a mis contradicciones.
¿Que debo hacer? Respetar la libertad de expresión del estúpido y hacer como si no le oído, permitiendo, no que se exprese, sino que propague ideas que han llevado y llevaran el sufrimiento a miles de personas o enfrentarme a él intentando convencerlo desde mis posturas, quizá tan estúpidas como las suyas, de que está diciendo estupideces.
Y es que, como decía la "Juana de Arco" de Schindler: "Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano"

01 enero 2008

La noche en vela

Y por su culpa la noche en vela. Y aún tendré que agradecerle su cariño, su franqueza, su paciencia, su ternura y su mimos.
Pues empezamos bien el año, ¡sin pegar ojo! Menos mal que no soy el único aunque ya se sabe: mal de muchos...
Mira que llevaba dando vueltas y va y sucede la primera noche del año como quien no quiere la cosa. ¿O si quiere?
Ahora la música apagará sus palabras, el aire su perfume y quizá el tiempo sus caricias... ¿O no?
Pero esa es otra historia, quizás mañana cuando esté ya escrita, la podamos contar. De momento: Año Nuevo... Nuevos retos.