24 marzo 2008

Ya era viejecita

Gracias a mi descubrió a Buesa y yo me encuentro de improviso viendo como llora cuando le leo esta poesía que dedica a su madre. Parece increíble el poder de unas cuantas letras que pueden hacer pasar de la risa al llanto.
A mi me recuerda a mi iaia Dolores que falto hace unos meses, como se iba apagando poquito a poco, como nos acabaremos apagando todos los que estamos de paso, y me recuerda además que no podemos permitirnos el lujo de no vivir a tope, porque solo eso nos quedará al final de todo.
Sé que la poesía emociona hasta el llanto, lo he visto, pero a veces llorar es necesario para poder reír, así que disfruta de la plorera.

Ya era muy viejecita... Y un año y otro año
se fue quedando sola con su tiempo sin fin.
Sola con su sonrisa de que nada hace daño,
sola como una hermana mayor en su jardín.

Se fue quedando sola con los brazos abiertos,
que es como crucifican los hijos que se van,
con su suave manera de cruzar los cubiertos,
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.

Déjenme recordarla con su vals en el piano,
como yéndose un poco con lo que se le fue;
y con qué pesadumbre se mira la mano
cuando le tintineaba su taza de café.

Se fue quedando sola, sola... sola en su mesa,
en su casita blanca y en su lento sillón;
y si alguien no conoce que soledad es esa,
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.

Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,
en aquel "hasta pronto" que fue un adiós final,
aprendí que unas manos pueden ser mariposas,
dos mariposas tristes volando en su portal.

Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:
Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.

20 marzo 2008

Fin de fiesta

Acabamos de recoger los restos de la falla, ya quemada y acabado el ejercicio. Como cada año cuando llego a casa después de la Cremá y la paliza del día de San José con: la ofrenda, la comida, preparar la cremá y recoger después los restos de la batalla; estoy agotado pero satisfecho. Como siempre inquieto, dándole vueltas a que podríamos haber hecho mejor, y recordando cada una de las mil emociones que se agolpan en estos 5 días mágicos.
Por que las fallas son eso, emociones. Cientos de momentos que hacen aparecer cada una de estas sensaciones que pueblan nuestro corazón.
Desde la inquietud y a veces casi vergüenza de no haber participado y ayudado en tanto como podía haberlo hecho en el traslado de la falla y la plantá, donde mucho de mis falleros de dejan la piel, a veces literalmente y yo me escaqueo más de lo debido con escusas muchas veces vanas.
Al orgullo de haber plantado con más o menos ayuda por mi parte una falla fantástica que sabes que va a estar entre las mejores. Y los nervios de la tarde de la entrega de premios con la emocionantísima lectura de los mismos y la casi decepción previa por una filtración y el estallido de alegría compartida por haber conseguido el primer premio de la sección especial, pero la casi pena, por que ya nos hemos acostumbrado a él y se disfruta muchos menos que la primera vez que lo conseguimos.
Y la piel de gallina con los acordes de la charanga con sus chocolateros y sus valencias, y el gozo de ver desfilar a tu comisión, aunque tu no estés, llegando triunfante a casa con los banderines de reconocimiento.
Y el paso de cada una de las comisiones de la comarca tocando el "Campeones, Campeones", que eriza la piel por venir de quien viene.
Y esas noches con el casal y el baile abarrotados y los records de las cajas de fallas, que nos ayudan a mantener todo esto y las visitas de los amigos a los que muestras orgulloso el fruto del trabajo y la ilusión no ya de solo un año, sino de muchos.
Y el escaqueo medio culpable por no querer ir continuamente a la barra a sacar copas para los amigos, porque no haría otra cosa en toda la noche y me perdería mi fiesta.
Y el mal rollo entre triste e indignado con los pocos que sigue queriendo una falla solo para los falleros y donde la "chusma" como la llaman ellos, no entre, pese a que esa chusma es en general amigos y familiares de todos y cada uno de los falleros.
La euforia del momento de la mascletá, mientras retumba el "terratremol" y tu sientes como el suelo vibra, y la alegre tristeza de ver quemar el fruto de un año de trabajo, sabiendo que es imprescindible hacerlo para volver a comenzar el ciclo.
La soledad por su ausencia, ya que sigue lejos, enormemente lejos pese a su continua presencia, aquí también.
Y la emoción y las ganas por presentarme a presidente y la sensatez de decir; "No te metas en esos jaleos, que bastantes tienes" y el miedo de ver que los pocos que se pueden echar para adelante no comparten precisamente el mismo modelo de falla, abierta, popular, avariciosa de premios y de crecer, orgullosa de ser el centro de la fiesta y deseando profundizar para que cada uno de los que pase por allí se sienta como en su casa.

18 marzo 2008

La curiosidad y yo

Me encuentro con la curiosidad, casi de casualidad, casi. No diré que me apena, ya no, mentiría, pero aún a ratos tengo cierta nostalgia de aquellas noches estiradas acabadas a golpe de reloj cruel empujando los minutos hacia el amanecer.
La curiosidad me regala la tarde, como siempre que me regala algo, se lo acepto con dicha, no me queda más, ya me gustaría a mi que me regalara algo más.
Comparto con ella risas y llantos, volvemos a las citas de los clásicos, a las poesías y a su mundo literario que tanto echa de menos y que cuando puede recuerda conmigo como si yo formara parte de él. Ilusa.
La engaño y me pongo escribir ante ella, me roba el teclado y no me queda más que cederle al palabra...
Me dice que quiere escribir algo sobre su falla, sobre que han ganado, y son los primeros otra vez.... y, sin embargo, me lo encuentro escribiendo sobre mí. Es la primera vez que coincidimos a estas horas intempestivas, y es la primera vez que nos juntamos en un mediodía, una sobremesa y... una entrada al blog compartida.
Me gustaría ser mas generosa con él, me gustaría compartirme mas y darle más de mí, pero hace tiempo que me di cuenta de que era yo la que debía poner ciertas barreras porque él no iba a poner ninguna, y reconozco que me fastidia.
La curiosidad, que ya no viste de esperanza, me halaga con sus palabras, me saluda desde la lejanía y evita cualquier gesto que pudiera parecer ambiguo.
Y yo, que disfruto de su compañía y comparto este tramo del camino, espero que el futuro nos depare nuevos encuentros, donde compartir risas, llantos y antiguas historias como si fuéramos, quien lo diría, viejos amigos.

11 marzo 2008

Tacaño

Tampoco es que presuma de generoso, pero me descubro tacañeando por los rincones. Si, es verdad que intenta robarme besos y abrazos furtivos, y yo en cambio escatimándole una caricia. No me siento a gusto tratándola así, es cierto que por momentos me encanta hacerla sufrir un poquillo, y más cuando sabe que conseguirá lo que quiera de mi. Pero tampoco es que me guste verla sufrir.
Y es cierto que me agrada, me halaga que me suplique, y creo que a ella le encanta hacerlo, sé que le gustan los retos, pero este se lo estoy poniendo complicado.
No sé muy bien la razón, quizá no quiera darle todo lo que más tarde pueda echar de menos. Sé que es un error, por que poner la venda antes de hacerse la herida nunca fue una buena estrategia.
Sigo empeñado en no hacerle daño y quizá con ello lo único que consigo es no hacerla feliz negándole lo momentos que podrían llevarla más allá y entregarle una dicha sublime, aunque solo sea temporal, pero, ¿Hay acaso algo imperecedero?
Me muestro cicatero y roñoso por momentos, con algo que además no me debería costar nada entregarle, al fin y al cabo hemos dejado claras las condiciones y ambos estamos aquí conociendo la reglas del juego, y donde no hay engaños no hay desengaños. ¿O si?

07 marzo 2008

Soy un Friky

Púes si, no me preguntéis como he llegado hasta esta situación, Pero es un hecho.
Ayer recibí un encargo que había hecho a un compañero que acaba de llegar de Nueva York: un iPhone. Mi PDA se había cascado después del maltrato que le he dado estos meses y necesitada un nuevo teléfono, así que después de vérselo a un conocido que me demostró que se podía liberar y que funcionaba, me decidí a aprovechar la ocasión del viaje de mi compañero y de un dolar por los suelos.
Además, y como el teléfono (por llamarle de alguna manera) solo funcionaba en Estados Unidos para AT&T y en inglés, he tenido que desbloquearlo y traducirlo, cosa que he conseguido yo solo después de un poco de buceo por internet.
Total que ahora estoy maravillado con el cacharrito y ni que decir tiene que esta entrada la he realizado desde el mismo.
Lo dicho, estoy preocupado porque igual me estoy convirtiendo en un Friky, un Techky o alguna de esas cosas raras.