23 noviembre 2007

Nada de tí

Hoy he buscado tu sonrisa entre la gente, pero no estaba allí, ni tu ojos curiosos y espectantes, ni ese desparpajo tan fresco, nada, no había nada de ti.
Esperaba encontrarte allí, al fondo del salón, guardándome un sitio a tu lado, dándome acaso solo la oportunidad e compartir contigo ese pequeño acto intrascendente. pero, nada, no había nada de ti.
Me he encontrado sólo, rodeado de gente. Apremiado, llegué tarde y, remoloneando, hice tiempo antes de entrar, saludando a todos, pero solo con ganas de verte a ti.
Cuando la realidad me despertó, me acomodé en mi butaca y disfruté de la velada, de los amigos, del buen vino, pero nada, no había nada de ti.
La próxima semana, de nuevo, acudiré esperanzado, y quien sabe, quizá el azar nos cruce o quizá nada, no habrá nada de ti.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La mejor manera de encontrar algo es no esperar nada.

Anónimo dijo...

Sí, es verdad; pero si anhelas algo, si añoras mucho a alguien, no te sirve mucho este planteamiento teórico. Eso es verdad también.

Wolf

Anónimo dijo...

¿Y si lo que ahnelas no se da nunca?, ¿vale la pena pasarse el tiempo anhelando para nada?, ¿no te parece que por anhelar pierdes otras oportunidades que se te puedan presentar en la vida?.