Extraigo mis conclusiones ante algunos de los acontecimientos pasados y me planteo un cambio de estrategia ya que la que he utilizado hasta ahora se ha destapado como francamente peligrosa.
Mi realidad está compuesta por un amplio abanico de "mundos", grupos de interés diversos, que van desde la colla con la que salgo al monte todos los sábados a mis compañeros del DAGE27, pasando por clubs y agrupaciones de diversa índole y amigos que he ido haciendo a lo largo de los años.
Esto siempre lo he considerado importante por diversas razones, y trabajo activamente la creación y el mantenimiento de todas estas relaciones. Soy, lo que podría llamarse, una persona nodo, alguien que conoce a mucha gente de diferentes ámbitos y que mantiene una rica vida social.
Debido a la necesidad de trabajar todas estas relaciones me propuse aprovechar las ocasiones que surgieran para compartir con la mayor cantidad posible de ellos mi ratos de ocio y fruto de ello he ido organizando o participando en actividades a las cuales iban personas que quizá no tuvieran mucho que ver entre si.
Esto ha sido eficaz en la medida en que mis amigos se conocían entre si, se divertían y yo podía agrupar mis "mundos" y aprovechar mucho mejor el tiempo para estar con todos ellos.
La cosa ha ido a peor cuando he comenzado a percibir que entre algunas de esas personas no había nada en común, y que el efecto conseguido se anulaba con algunas contraindicaciones bastante perniciosas, donde yo me he visto a veces obligado a justificar actuaciones como si fuera responsable de todos y cada uno de ellos. Entre ellos no se han entendido y me visto obligado a hacer juegos de malabares para intentar mantener un delicado equilibrio.
La realidad me ha dado un bofetón y me temo que la decisión va a ser volver a "estancar" mis mundos. Es la opción que ahora mismo más me satisface, aislar entre sí a mis diferentes "mundos" y que mi mundo "Ajedrez" no conozca mi mundo "profesional" y que mis "Amigos Murillo" no entren en contacto con mi "Falla" y que mis "compañeros de universidad" vivan en el universo paralelo que les corresponde lejos de las "Vips" y mi cuadrilla de la "Plaza Rodrigo" o mi "familia".
Inconvenientes va a haber, porque esto me va a hacer renunciar a algunas buenas experiencias, y seguramente a alguno de mis mejores amigos. Tendré que elegir y decir que no a alguien. Prescindir de quien me aporte menos no va a ser fácil, porque todo el mundo aporta y además creo que tengo una responsabilidad personal con muchos de ellos, pero la situación actual me ha creado más inconvenientes que beneficios.
Seguro que es la solución mejor y me duele por los sacrificios, pero es lo que ahí...
3 comentarios:
No creo que sea cuestión de sacrificar amistades, es cuestión de prioridades porque efectivamente todos tienen algo que decirte, solo hay que buscar el momento exacto que a ti te apetezca oirlo, es decir, que lo más superfluo, tenga hueco pero en el momento que lo decidas tu mismo.
Recuerda que cuando menos te lo esperas, la vida se da la vuelta, y en quien menos imagínas, puedes encontrar abrigo.
Imagino que ya sabes que para ciertas personas siempre hay que tener huecos, siempre.
Tara.
No es una cuestión de cantidad, sino de calidad. El tiempo es un recurso escaso, acaso el más escaso.
No digo que haya ya que elegir, pero si que mi estrategía de compromiso y delicado equilibrio se desmorona por todas partes.
Al final uno se convierte en la persona que sus iguales esperan que sea. En esta ecuación solo me queda elegir a cuales de ellos dedico mis energias.
Y sinceramente, ahora, ahora me apetece ser egoista y elegir solo a aquellos que sean mejor que yo y por tanto me exijan más, me obliguen a ser mejor.
Y en el fondo de todo, quiero dejar de justificar a nadie, de rendir cuentas por otros.
Es como una caja de plastelina de colores, cada una brilla por separado con sus vivos colores, pero cuando se junta se convierte en ese gris tan feo que da pena solo verlo.
bueno, siempre es grato escucharte...aunque sea por unas letras. ¡ Déja ya de liarte ! . En algún momento tenías que empezar a tomar decisiones incómodas, y eso es bueno. Todo cambia, claro que sí, pero cada uno marca un ritmo diferente. Ya es hora de atrasar la hora para ganarle luz al día, no crees...
operez.
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