10 agosto 2007

Solo dos letras, tan fáciles de pronunciar, y tan dificiles de decir. Primero la consonante n, con su articulación alveolar nasal donde hay que apoyar la punta de la lengua en la montaña alveolar, justo encima de los incisivos superiores y luego la vocal o, una de las medias, donde la boca queda a medio abrir y la lengua se retrae hacia la parte posterior. Todo esto infinitamente más dificil de describir que de hacer.

Que dificil es ser asertivos. Que dificil decir NO, esa palabra mágica, que utilizada con sentido común resolvería unos cuantos de nuestros problemas. Cuantos compromisos adquiridos por no saber decir que no. Cuantas espectativas insatisfechas, cuantos desengaños, cuanta esperanza desesperanzada.

Que fácil serían las cosas si dijera no cuando quiero decir no y me dijeran no cuando me quieren decir que no.

Mientras tanto...

Diguem no (o ahir)

Ara que som junts
diré el que tu i jo sabem
i que sovint oblidem:
Hem vist la por
ser llei per a tots.
Hem vist la sang
-que sols fa sang-
ser llei del món.
No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

Hem vist la fam
ser pa
dels treballadors.
Hem vist tancats
a la presó
homes plens de raó.
No,
jo dic no,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

No,
diguem no.
Nosaltres no som d'eixe món.

-Raimon-

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