09 agosto 2007

Estirar la noche

¿Sabes? Esas noches que se alargan hasta casi la madrugada sin comerlo ni beberlo. Esas entre semana, que sabes que mañana penarás por no haberte ido a dormir cuando correspondía, y que ha pasado tan deprisa que apenas has tenido tiempo de degustar.
Esas donde la conversación fluye casi sin darse cuenta, donde las ideas se atropellan en la cabeza y apenas tienes tiempo de expresarlas porque otras ya están pidiendo salir. Esas conversaciones que pelotean incesantes y que ahora tú, ahora yo nos convertimos en absolutos protagonistas y centramos la atención de todo el mundo. Donde a ratos te sientes estrella porque todos los espectadores, tal vez solo uno, están observándote, atentos y dispuestos al aplauso. Donde cuando eres espectador sabes que el ponente va a hablar solo y exclusivamente para .
Esas donde te descubres ensimismado siguiendo una historia, tal vez ya conocida o tal vez ignota, pero que te atrae no tan solo por su contenido sino básicamente por la pasión que quien te la cuenta pone en ella.
Esas noches donde cada vez que miras el reloj, este marca una hora cada vez más próxima al límite imaginario que tú te has marcado y que las manecillas van empujando poco a poco hacia el abismo.
Esas noches que apuras temeroso por que sabes que quizás nunca más se den las circunstancias para que se repita, quizás el momento, el lugar o la compañía no estén ahí cuando las vuelvas a necesitar y este sea un momento único que en cualquier caso habrá valido la pena vivir y conservar.
¿Sabes? Hoy ha sido una noche de esas.

No hay comentarios: