Me pareció una historia curiosa y además muy romántica. No creo que esto ocurra muy habitualmente en nuestros días. Ni siguiera tengo ninguna confirmación de que sea cierto, solo una anécdota relatada en una tertulia de sobremesa.
El sábado durante la cena, unos amigos, hermanos entre sí, me comentaban que su abuelo le puso nombre a dos calles del Puerto de Sagunto. "¿Y eso?", pregunté? Pues bien parece ser que el hombre en cuestión, uno de los muchos que llegaron a principio del siglo XX, con el establecimiento del puerto marítimo y la compañía minera de Sierra Menera y el posterior desarrollo de los Altos Hornos, y procedente de Fuente La Higuera, era amigo del alcalde de la época, supongo que durante la segunda república a principios de los años 30.
El hombre vivía en una casa que hacía esquina, y cuyas calles o aún no tenían nombre, porque el Puerto se fue creando poco a poco y al principio faltaban servicios mínimos e incluso las calles fueron creándose sin mucha estructura ni planificación, o estos no eran los adecuados para el nuevo régimen político.
La cuestión es que el alcalde le preguntó a su amigo como que quería que se llamarán las dos calles a las cuales daba su casa. El abuelo de mis amigos, contestó que el siempre había querido vivir entre la Libertad y el Progreso, y así es como se pudo nombre a estas dos calles perpendiculares, que hoy aún se llaman así, pese a que durante la dictadura la calle Libertad cambió su nombre a otro menos digno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario