26 junio 2008

Lejos

Me voy bien lejos. No, esta vez no quiero dejar nada atrás, pero el camino a veces te aleja de personas y momentos y este es uno de ellos. Continuamente estamos alejándonos de unos y acercándonos a otros.
Habrá incluso quien agradezca la distancia. Es temporal, si, pero quien sabe, el camino emprendido tiene, como todos, una buena parte de incertidumbre. No puedo asegurar que sé a donde conduce.
Cada decisión que tomas en la vida te lleva por un camino diferente al que transitarías si no tomarás esa decisión en ese momento. Y los compañeros de viaje y los lugares visitados son, no cabe duda, diferentes
Las decisiones tomadas en el pasado te conectan con el presente, cada una de esas cosas que dijiste o hiciste en cada momento de tu vida te han traído hasta aquí. Igual que las decisiones que tomas hoy te llevan al futuro.
¿Que hubiera pasado si hubiera llegado a tiempo a coger el teléfono? ¿Si no hubiera entrado a comprar aquel día?¿Si le hubiera dicho?¿Si no lo hubiera hecho? Soy lo que soy porque no llegué a tiempo, entré a comprar, no le dije y lo hice.
Pues bien, esta es mi decisión: me voy lejos por un tiempo. Me alejo de unas cosas y me acerco a otras. No quiero desentenderme, pero tampoco entrometerme, aquí estoy para lo que necesites. Cuando quieras, si quieres. ¿Y si no quieres? También, si no quieres, también.
En el fondo solo hay una receta para no preocuparse de donde nos lleva el camino, y esta es: disfrutar del mismo. No hay destino, hay viaje. Ser viajero, ese el secreto.
Así que ahora soy un viajero, y me voy lejos.

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