26 marzo 2007

Implacable en el Combate y generoso en la Victoria

¿Y la derrota? La derrota no existe, bueno, si que existe, la derrota es no seguir luchando. Está vez no estoy derrotado. Voy a seguir luchando. Creía que lo había dado todo, pero no, aquí estoy aún en píe, y me queda mucho por pelear, hasta vencer.
No voy a permitirle que se rinda, pelearé por los dos. No voy a derjarla abandonada en medio de la nieve mientras yo me pongo a refugio, eso quizá sería lo más sensato. Quizá. No voy a hacer lo más sensato. Voy a hacer lo necesario para ganar este combate. Por mi y por ella. Por los dos.
Reconozco haber dudado, por momentos he pensado en tirar la toalla, seguir mi camino y ponerme a salvo. Pero ahora que es cuando más me necesita no voy a hacerle esto. Me necesita esperándole a que se reponga y tenga fuerzas para seguir, pues ahí estaré, dándole aliento siempre que lo necesite.
Sé que será duro, querré que se levante ya y se ponga a caminar, a correr. Pero está muy débil, debo tener paciencia, respetar su ritmo, dejarla reponerse. Tengo que luchar también contra eso. Lo haré y también venceré.
Estoy completamente convencido de que venceremos. Seré generoso, es una victoria de los dos. Y mientras tanto: Implacable en el combate. Inasequible al desaliento. Si no vamos más deprisa, iremos más despacio. Pero saldremos de este páramo.
Ella corre un riesgo importante, parando a descansar, así lo cree y así lo asume. Voy a cubrirle el riesgo. Seré yo quien lo corra. No deberá preocuparse por eso.
Anímo. Cada paso nos acerca un poco a la victoria. Estar convencido de que lo vamos a conseguir es el primer paso, e imprescindible, para conseguirlo.

No hay comentarios: