05 febrero 2008

Hapodiploide

Decía un profesor mio que si utilizara toda mi capacidad a hacer el bien otro gallo cantaría. Eso mismo me dice mi socio. Con esto quieren decir que dedico mucho esfuerzo a aprender cosas que no sirven, desde su punto de vista, claro, para nada.
No estoy de acuerdo, por supuesto. Si soy lo que soy es en buena parte a mi interés por las cosas más variopintas, y ya sé que conocer las isoglosas de la lengua catalana, las costumbres de los indios yanomani, como se desarrolló la batalla de Gaugamela o el sistema reproductivo de las hormigas no va a ayudarme en primera instancia en mi trabajo, que nada tiene que ver con esto. Pero sin duda tener un amplio conocimiento del mundo que nos rodea me ayuda a comprenderlo mejor, y no sé como, pero desde luego considero importante para mi ser capaz de entenderlo por que sé que me va a hacer mejor en todos los aspectos de mi vida.
Siendo la Sabiduria como el primero de mis valores, no es de extrañar que apueste por esta visión del mundo.
Por cierto las hormigas se reproducen con un sistema hapodiploide, esto es, los machos nacen de los huevos no fecundados, solo tienen los genes de la madre, son haploides, mientras que las hembras tienen el doble, los del padre y los de la madre, son diploides. Esta curiosidad hace que las hormigas tengan más genes en común con sus hermanas que con sus hijas y que por ello la selección natural las haya convertido en animales sociales. ¡Apasionante! ¿no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que aprender cualquier cosa ya es enrriquecimiento, lo que sea, incluso lo más tonto, todo ello es valido y si, es cierto que tienes gustos raros para aprender cosas, ¿pero sabes qué?, que ahora yo también se más cosas a cerca de las hormigas, sigue enseñando, sigue aprendiendo, crece, eso es la vida misma.
Un beso Tara.